NO SOY JIPI. SOY UN SER HUMANO

Apenas había comenzado a ser joven cuando mi ardor sexual se despertaba. Deseaba, ¡necesitaba! dejar de ser virgen por delante, abajo.

Había oído hablar de los jipis, comunas donde la depravación y el amor libre y gratuito estaban a la orden del día.
Lugares hermosos donde se vivía del esfuerzo ajeno y todo se compartía, la comida, los piojos, las chicas, el desprecio de los demás, ¡Esos putos jipis vivían como reyes! ¡Tenia que ser uno de ellos!

Así que tan corto como perezoso me fui a la comuna del pueblo y me apunte de jipi.

Cambie mi nombre de Mongole a "Zoraido de la olla de la Septuagesima Encarnacion de ShahtihrhivhasMhunhdhhi" (las haches son muy importantes en el sánscrito, el sánscrito es básicamente como el panocho pero con muchas haches)
El guru decidió que era demasiado largo, que la sencillez era virtud y me llamarían simplemente “el Gilipollas de la calva”.

El guru era maravilloso, era un ser de luz.

Bueno, al ajo, que yo me apunte pa follar y aquello estaba lleno de tias buenas que se dejaban. Todas las noches había reparto, allí nos las jugábamos al “I Ching”
Así que echábamos las monedas y el guru sacaba las cuentas interpretando lo que decía el Gran Espíritu que lo Impregna Todo Dejándolo Perdio.

• A veeeerrrr: Sarai se va con Manolo, Yenifer con Lucas, Shamanta con
Benito, Berta, Melania, Linda y Marisa con el Guru y a ti, “Gilipollas de la Calva” te toca con Rodolfo.
• ¡Jolines! ¡Que asco!, ¡Siempre me toca con Rodolfo! ¡No hay derecho!
• El derecho es una institución capitalista que nosotros hemos superado con nuestra espiritualidad. No pretendas que tu ruin egoísmo se anteponga a la voluntad del Gran Espiritu que lo Impregna Todo y Luego no se Va ni con Lejía. Pilla a Rodolfo y callate la boca o te la cascas como un burgués
• Joder! Mierda! ¡No se vale! En fin...¡Rodolfo! ¡Ven! Ven aquí bonito, toma! ven, mira lo que tengo para ti! ¡Sit!
• GUAU! GUAU! Arf! ¡GUAU!

Vale, yo no tenia nada contra Rodolfo, ese can era quien mejor me trataba de aquella gente pero no era plan. Llevaba ya tres meses lleno de mierda y devorado por las chinches y allí no tocaba una teta ni en poster.

Yo pagaba todos los canutos y siempre me llegaban mataos. El papel higiénico estaba proscrito y me se formaban tapones que me causaban dolores espantosos al arrancarlos. Además cada dos por tres los muchachos sensatos del pueblo se acercaban a proporcionarnos terribles palizas.

Aquella seria la ley natural pero no había Shiva que lo aguantara.

Cogí a Rodolfo, lie mi hatillo, y me marché sin decir adiós.

Mi familia ya se había mudado de casa y los vecinos no quisieron decirme donde.
Este mundo es una mierda y a mí nadie me quiere consolar, nadie me la chupa.
Total... ¿que os cuesta?
Lo que pasa es que sois todos tan egoístas como el guru.
Seguro que alguna vez Rodolfo le tocó a otro y el guru se calló como una puta